La Central se ha convertido en uno de los nombres imprescindibles para entender la venta de libros en el Estado español. En lo que a la ciudad de Madrid se refiere, La Central ya había dejado su sello a buen recaudo en los establecimientos presentes en la fundación Mapfre y en el Reina Sofía. A ambos se les unió hace ya casi un lustro la tienda de Callao, que ha acaparado desde entonces buena parte de los focos mediáticos y sociales de la marca.
Y es que La Central invita al espectador a vivir una experiencia inolvidable a través del simple hecho de comprar un libro. Entrar en sus instalaciones es perderse en una especie de paraíso plácido; por casi más de mil doscientos metros cuadrados, el visitante puede perderse e incluso llevar a cabo la lectura en espacios especialmente habilitados ante el trajín de público asistente.
El edificio de Callao en el que La Central derrocha ahora todo su encanto es además una auténtica delicia arquitectónica, ya que goza de más de un siglo de vida desde que fuese construido y ha respetado buena parte de los elementos originarios de la construcción. Lo clásico y lo moderno –hay lámparas, mobiliarios y decoración de lo más actual- se entrelazan en el diseño del lugar para ofrecer al cliente el clima más propicio y cómodo.
Pero sin duda otro de los fuertes de La Central es, como no podía ser de otra forma, la muy amplia oferta de libros y ejemplares que ofrece. La literatura contemporánea y la literatura clásica son tratadas con especial mimo, por lo que disponen de multitud de estantes para ellas. La poesía, la filosofía o la literatura infantil también disponen de una gran cobertura en el seno de La Central. Así que si usted está pensando en realizar compras literarias en el mejor contexto posible y con las mejores garantías de satisfacción, La Central podría ser lo que busca.